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lunes, 14 de enero de 2019

Qué labios tan bonitos tienes.


- Qué labios tan bonitos tienes - le dije mientras se los acariciaba con mi dedo índice.
- Son para comerte mejor - me contestó ella haciendo desaparecer mi dedo entre sus labios.

Un escalofrío recorre mi cuerpo y se me escapa una pequeña sonrisa.

- ¿Tienes hambre? Te veo muy juguetona hoy. - le provoco atrapando su lengua entre mis dedos.

Ella se separa de mi sacando lentamente mis dedos llenos de saliva de su boca, rozando su carnosos labios en el camino.

- Aah... - suspiro- cómo me pones cuando me provocas de esta manera...

En un rápido movimiento, casi impulsivo, paso mi mano por su nuca y, hundiendo mis dedos en su pelo, la agarro con fuerza y tiro de ella hacia abajo hasta lograr que se ponga de rodillas.


Ella acerca su cabeza y roza sus labios contra el bulto que se marca en mi entrepierna. Yo le estiro del pelo y la separo de un tirón.

- ¿En qué momento te e dado permiso para hacer eso? - la sujeto por la barbilla con la mano que me queda libre y le doy una bofetada.

Ella suelta un pequeño gemido. Su mejilla comienza a enrojecerse levemente.


Sin soltarla del pelo la llevo hasta la pared y hago que pegue su espalda a ella y que permanezca quieta de rodillas.

- Abre la boca y estate quieta.

Ella obedece. Permanece inmóvil, con los ojos clavados en los míos y la boca bien abierta.


Desabrocho mi cinturón dejándolo colgando de las trabillas y bajo la cremallera del pantalón. Libero mi sexo de la ropa interior y me masturbo lentamente a pocos centímetros de su cara. Después me acerco hasta rozar sus labios con la punta de mi miembro, recorriéndolos poco a poco

- Saca la lengua- le digo mientras me separo de ella.


Me dedico a masturbarme mientras observo como la saliva de su boca se escurre a través de su lengua y gotea hasta sus pechos. Sonrío y me acerco otra vez, mojando el extremo de mi miembro en el hilo de saliva que se escurre de su lengua. Después lo introduzco un poco en su boca. Puedo notar el calor de su interior, de su aliento saliendo de la garganta en pausadas exhalaciones, la humedad de su lengua rozando mi piel.


Adelanto mis caderas lentamente y lo meto entero en su boca para después sacarlo todo. Ella se estremece pero sigue manteniendo la boca abierta.

- Muy bien,preciosa, así me gusta.


Cuando ve que me acerco a ella otra vez, respira hondo y tiembla ligeramente. Yo dejo escapar una pequeña sonrisa e introduzco mi miembro en su boca de un solo golpe. Comiendo a mover mis caderas con fuerza, con golpes profundos y sexos apretando su cabeza contra la pared. De vez en cuando entre embestidas me detengo con la cadera hacia delante y mi miembro atravesando su garganta. Ella apoya sus manos en mis piernas, agarrándome para intentar controlar las arcadas que le sobrevienen. Le cuesta respirar y la saliva que no puede tragar cae de sus labios en finos hilos transparentes.


Los sonidos que hace cuando esta a punto de venirte una arcada me excitan sobremanera, ver su cara roja por la privación de aire, sus ojos derramando lágrimas que se deslizan por sus mejillas hasta caer por su barbilla. Notar la presión que tu garganta ejerce sobre mí cuando llegas a tu límite.


Separarme en esos momentos en los que ya no puedes más y ver como te inclinas para delante para coger desesperadamente aire cuando mi miembro sale de tu boca chorreando saliva y empiezas a toser.


Hacer eso una y otra vez, dejándote simplemente pocos segundos para que tomes aire. Saliendo y entrando de tu garganta hasta que tu cabeza desea despegarse de la pared y descansar.


Notar como mi orgasmo quiere salir, que sientas mi miembro palpitar en lo mas profundo de tu garganta y, en el último momento, sacarla y derramarlo sobre tu cara y tu boca abierta, mezclándose con tu saliva y tus lágrimas.


Apoyar mis manos sobre la pared mientras tu reclinas tu espalda en ella y recuperamos el aliento para dejar de temblar.










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