.

.

lunes, 7 de marzo de 2016

Malditos sueños eróticos.

Bien entrada la noche, cuando el silencio reina y la oscuridad sólo es molestada por la tenue luz de la luna, es la hora de los sueños.

Esos sueños que desvelan y hacen realidad nuestras fantasías inconfesables. Sueños de los que por más que intentamos olvidarnos acaban resurgiendo cuando ya los dábamos por perdidos.
Sumida en uno de estos sueños andaba perdida. En ensoñaciones de caricias y abrazos. De besos húmedos y pasiones ilícitas.

Varias manos rodeando su cuerpo hasta no saber quién la tocaba. Bocas de desconocidos ruedan por su piel haciéndola temblar.

**

Su cuerpo reacciona incapaz de ignorar los estímulos generados por su sueño. Su respiración aumenta perceptiblemente su ritmo. Sus pezones se ponen duros y erectos marcándose a través de su camisón de raso. Su sexo palpita y humedece pidiendo unos dedos que lo acaricien. La excitación que sienten es demasiado puerto como para mantenerse dormida.

Se despierta sobresaltada entre jadeos. Está confusa y desorientada. Lo único que sabe con certeza es que su sexo está húmedo e hinchado. Coloca las manos en sus pechos y los acaricia apretándose los pezones. Muerde su labio inferior al estirarlos con fuerza.
Alarga el brazo y saca un vibrador de uno de los cajones de la mesilla. Lo acracia con la yema de los dedos. Su tacto es suave y delicado. Lo acerca hacia su sexo y juguetea con el antes de introducírselo.

Su sexo humedecido no le opone resistencia alguna. El juguete entra y sale de su sexo con rapidez a la vez que con la otra mano se acaricia el clítoris aumentando su placer. Gime entrecortadamente cuando el juguete se abre paso por completo en su interior. Arquea su espalda y agita su cuerpo entre espasmos cuando el orgasmo sale de su interior mojando las sábanas.


Malditos sueños eróticos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario