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domingo, 3 de abril de 2016

Instantes

Intentaré que el tiempo se pare en un instante. Pero no en un instante cualquiera. No en un instante del que puedas deshacerte con facilidad, del que desprenderte sin remordimientos. Uno que, cuando te sientas sola te golpee con la fuerza de mi recuerdo. Un instante por ejemplo como este, en el que mis manos se cuelan por debajo de tu falda. En el que te encuentras arrinconada entre mi cuerpo y la pared, perdida en un callejón sin salida de alguna ciudad de la que no puedes recordar ni el nombre.

Mi boca alojada en tu cuello susurrando pasiones prohibidas en forma de besos y saliva. Tus labios temblando y tus ojos cerrados. Tus manos agarrándome fuerte del pelo mientras las mías rompen tu delicada ropa interior. Mis dedos colándose en tu interior húmedo, caliente, invitador. Sólo abres los ojos al sentir mi lengua sobre tu clítoris.

Clavas tus uñas en mis hombros o el placer que sientes hará que tus tambaleantes piernas no puedan sostenerte. Te saboreo con el ansia de no saber si voy a volver a verte.

Tu orgasmo se derrama por mis mejillas hasta caer al suelo. Ahora es el turno de que sea mi miembro el que reemplace a mis dedos. Te sientes llena cada vez que mi miembro entra por completo en ti, dejándote sin aliento. Nuestras bocas se encuentran en húmedos besos. Adoro tu voz gritando mi nombre. Tus piernas rodeando mis caderas, mis manos agarrando tus pechos, mi orgasmo explotando en tu interior en un éxtasis irrefrenable.


Intentaré que el tiempo se pare en un instante haciendo, para ello, lo que sea.














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